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La Misión de Yeshúa en Galilea

Foto del escritor: L.A. SotoL.A. Soto
Cafarnaúm, un pueblo pesquero junto al Mar de Galilea, fue hogar de Simón Kéfa (Pedro) y sirvió como la base del ministerio de Yeshúa en Galilea. Aunque la mayoría de las excavaciones han revelado restos del período bizantino (siglos V y VI d.C.), los arqueólogos han descubierto los restos de una sinagoga del siglo I (que fue construida sobre una anterior en el siglo IV o V), una casa que se cree perteneció a Kéfa (Pedro) y otros edificios residenciales. La mayoría de las ruinas están hechas de basalto negro.
Cafarnaúm, un pueblo pesquero junto al Mar de Galilea, fue hogar de Simón Kéfa (Pedro) y sirvió como la base del ministerio de Yeshúa en Galilea. Aunque la mayoría de las excavaciones han revelado restos del período bizantino (siglos V y VI d.C.), los arqueólogos han descubierto los restos de una sinagoga del siglo I (que fue construida sobre una anterior en el siglo IV o V), una casa que se cree perteneció a Kéfa (Pedro) y otros edificios residenciales. La mayoría de las ruinas están hechas de basalto negro.

Los evangelios sinópticos informan que Yeshúa inició su ministerio público en Galilea después del arresto del Inmersor (Juan). El momento exacto en que Juan fue encarcelado no puede determinarse con precisión. Probablemente ocurre poco después de que Yeshúa dejara Judea (Jn 4,1 ss.).


El inicio del ministerio público de Yeshúa en Galilea con el mensaje: "Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado", no excluye una visita previa a Galilea, durante la cual realizó su primer milagro en la boda de Caná dentro de un círculo familiar en Jn 2. En el Evangelio de Jn tampoco se menciona un ministerio público mesiánico en Galilea antes de su regreso desde Judea a través de Samaria (Jn 4). Por lo tanto, Juan no contradice a los sinópticos cuando estos afirman que Yeshúa inició formalmente su enseñanza en Galilea tras dicho regreso.

Yeshúa dejó Judea al notar la creciente hostilidad de los fariseos hacia su avodá (ministerio) para evitar un enfrentamiento prematuro. Al enterarse del encarcelamiento de Juan, se retira a Galilea, donde se manifestó como el Mesías redentor a un pueblo despreciado por los líderes religiosos y proclamó el Reino de Dios. Dado que el ministerio público de Yeshúa coincidió con la prisión del Inmersor (Juan el Bautista), Mt lo sitúa cronológicamente después de este evento y omite la visita previa a Galilea con el milagro en Caná, ya que en esa ocasión su actividad no trascendió el ámbito familiar.



Yeshua eligió Cafarnaúm como base de operaciones remota. Estratégicamente ubicado cerca de la frontera entre el reino de Galilea de Herodes Antipas y el reino de Gaulanítide de Felipe el Tetrarca, Cafarnaúm le permitió a Yeshua una vía de escape rápida de Herodes Antipas si fuera necesario. Cafarnaúm era una pequeña aldea costera en la costa noroeste de Galilea. Acorde con el hebreo, corresponde a כְּפַר נַחוּם (Kefár Najúm), "pueblo del consuelo" o "pueblo de Naúm", y no כְּפַר נָעוּם, "lugar de encanto, villa bellísima" (Jerónimo). La ciudad se hallaba junto al mar de Galilea, es decir, en el lago de Genesaret. Esta pequeña ciudad, o más bien aldea, no se menciona en el Tanáj (Antiguo Testamento) y solo aparece una vez en Josefo (Vita 72) como κώμη Κεφαρνώμη (kōmē Kefarnōmē: villa de Cafarnaúm). En tiempos de Yeshúa, era una localidad próspera, contaba con una sinagoga (Lc 7,5), una aduana (Mt 9,9; Mc 2,14; Lc 5,17) y una guarnición militar; desde la época de Constantino tuvo una iglesia o basílica, pero desapareció a partir del siglo VIII. La evidencia de las excavaciones arqueológicas en Tel Hum indica una población de menos de 2,000 personas en los días de Yeshúa. Se convirtió en la base de operaciones para el ministerio de Yeshua; Mt 9,1 se refiere a ella como "su propia ciudad".

 

Cafarnaúm se alzaba sobre una privilegiada vista del lago de Galilea. Situada a lo largo de la costa, la aldea contaba con un puerto natural que favorecía la actividad pesquera. Además, su ubicación estratégica le permitía beneficiarse del constante tránsito a lo largo de la Vía Maris, la antigua calzada romana que bordeaba la costa norte del lago y conectaba Damasco con Cesarea.

 

Los fértiles campos de Cafarnaúm y la cercana Corazín producían abundantes cosechas de grano. Según los sabios, estos cultivos habrían sido aptos para las ofrendas del omer y las ofrendas de grano del Templo, de no ser por la considerable distancia que las separaba de Jerusalén. Las excavaciones en Cafarnaúm han revelado prensas de aceitunas, piedras de moler, morteros y otros utensilios de basalto. La presencia inusualmente numerosa de piedras de moler, junto con varias piezas sin terminar, sugiere la existencia de una industria dedicada a la fabricación de herramientas de piedra en la aldea.

 

La aldea también era conocida por su cercanía a los "Siete Manantiales" de Tabgha, una abundante fuente de agua que desembocaba en el mar de Galilea. La mezcla de sus aguas templadas con las frías del lago atraía grandes bancos de peces, lo que convertía la zona en un punto estratégico para la pesca y el tránsito de embarcaciones pesqueras.

 

Las excavaciones en el sitio de Cafarnaúm han descubierto los restos de antiguos muelles de piedra, así como una aldea compuesta por pequeñas casas de piedra, dispuestas de manera compacta a lo largo de estrechas callejuelas.


Debido a su proximidad a la frontera, Cafarnaúm contaba con un puesto de aduanas, donde trabajaba Mateo, el recaudador de impuestos. Herodes Antipas proporcionó tropas para vigilar la frontera y asegurar la recaudación de impuestos. Las excavaciones arqueológicas han descubierto los restos de una guarnición militar en Cafarnaúm, probablemente establecida por las fuerzas de Herodes Antipas, las tropas romanas, o ambas. Estas tropas gozaban de mejores condiciones de vida que los habitantes del pueblo. La guarnición contaba con una casa de baños romana equipada con todos los elementos necesarios. Es posible que las tropas estuvieran bajo la supervisión de un centurión romano, el mismo personaje que Yeshua encontró en Mateo 8:5-13, quien le pidió que sanara a su sirviente. Lucas agrega en su relato que los ancianos judíos respetaban profundamente a este centurión, pues "ama a nuestra nación y fue él quien construyó nuestra sinagoga" (Lucas 7:5).

 

Cafarnaúm se mantuvo habitada de manera continua durante varios siglos en la Era Común. Durante los siglos II, III y IV, albergó una vibrante comunidad de creyentes judíos. Las fuentes rabínicas confirman la presencia de estos creyentes en la ciudad hasta el año 400 d.C.

Imágenes de la sinagoga de Cafarnaúm del siglo IV d.C. (incluyendo inscripciones griegas en las columnas), las casas del siglo I d.C. cerca de la sinagoga, y la orilla del Mar de Galilea. Propiedad de The Ranch Studios de Faithlife Study Bible Videos.

Galilea de los Gentiles


Este lugar fue elegido por Yeshúa como el centro de su ministerio en Galilea según la determinación divina. Esto ocurrió para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías:


La tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo que habita en tinieblas ha visto una gran luz, y sobre los que habitan en la tierra y sombra de muerte, la luz ha resplandecido. (Isaías 9.1-2)

Mateo ve en la llegada de Yeshúa el Mesías a Cafarnaúm, donde establece su centro de actividad misionera en Galilea, el cumplimiento de una profecía de Isaías. Las palabras se encuentran en el texto hebreo en Isaías 8.23 y 9.1 (según la LXX y Lutero, Isaías 9.1 y 2). Han sido citadas de memoria conforme al texto original, sin referencia a la LXX (Septuaginta), y provienen de un ciclo de discursos proféticos cuyo propósito era guiar al pueblo para que, en vista de la inminente invasión por parte de la potencia mundial, mantuviera su mirada fija en el Redentor celestial, quien, en su tiempo, traería paz en lugar de conflicto y dominio en lugar de esclavitud.


El pasaje citado tiene un contenido mesiánico y, en el contexto de la profecía, dice lo siguiente:


Porque no habrá más tinieblas donde ahora hay angustia; en tiempos pasados afligió la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero en el futuro honrará el camino del mar, la región más allá del Jordán, el distrito de los gentiles. El pueblo que camina en tinieblas verá una gran luz; sobre los que habitan en la tierra de sombra de muerte, la luz resplandecerá. (Isaías 9.1)

Esto sucederá, como se proclama en los versículos 5 y siguientes, a través del nacimiento de un niño sobre cuyo hombro descansará el dominio, y será llamado: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.


En el contexto original de la profecía, Isaías describió la caída del reino del norte de Israel en el siglo VIII a.C. Se refirió a la región como "Galilea de los Gentiles" debido a la invasión de las naciones gentiles que conquistaron el territorio y sometieron al pueblo de Israel. Las deportaciones asirias dejaron los territorios tribales de Zabulón y Neftalí devastados y deshabitados. Al mencionar "junto al camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los Gentiles", Isaías describió una franja territorial de gran importancia estratégica, que se extendía desde Galaad (al oriente del Jordán), pasando por el lago de Galilea y el río Jordán, hasta la costa mediterránea. En tiempos de Isaías, este territorio contenía valiosas rutas comerciales y algunas de las ciudades más significativas de Israel. Isaías predijo la caída del Reino del Norte al afirmar que los habitantes de esa región experimentarían "angustia y oscuridad, la penumbra de la angustia; y serán arrojados a las tinieblas" (Isaías 8.22). Sin embargo, tras esa caída, una gran luz de redención disipará la oscuridad y la penumbra. El SEÑOR (Adonái) hará que la región recupere su gloria, multiplicando la nación en la tierra. El yugo de la opresión gentil será roto y la alegría será comparable a la que sienten los hombres durante la cosecha. Según la profecía, esta gran redención ocurrirá cuando un niño milagroso nazca de la Casa de David:

 

Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado; y el gobierno descansará sobre sus hombros; y su nombre será llamado Consejero Maravilloso, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. No habrá fin al aumento de su gobierno o de paz, sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto. (Isaías 9.5-6 [6-7])

Mateo creía que Yeshua era el niño prometido, nacido de la Casa de David, tal como lo predijo Isaías: la gran luz que debía manifestarse en Zabulón y Neftalí, es decir, en Natzrát (Nazaret) y Cafarnaúm. Tras anunciar el juicio asirio sobre Jerusalén (Is 8,5–22), el profeta proclama el amanecer de una nueva esperanza en el nacimiento de un descendiente de David, que establecerá un reino de paz (Is 9,5–6). Esta luz no surgirá en Jerusalén, sino en el norte de Israel, primera región devastada por los asirios (2 Re 15,29; 1 Cró 5,26). La profecía se cumple cuando el Mesías inicia su misión en esta región, en "tinieblas y muerte" (Mt 4.16), un lugar que ni el Inmersor (el Bautista) el alcanzó. Mt usa estos términos geográficos para ilustrar su cumplimiento. Una antigua interpretación natzratí (nazarena) de Mt 4.12-16 recogida por Jerónimo en su comentario a Isaías (Comm. sobre Isa. en 9,1) afirma:


«Los hebreos que creen en el Mesías interpretan estos pasajes de la siguiente manera: 'Antiguamente estas dos tribus de Zabulón y Neftalí fueron llevadas cautivas por los asirios y fueron conducidas a un país extraño, y Galilea quedó desierta; pero, como dijo el profeta, serían aliviadas por él [el Mesías], que debía cargar con los pecados del pueblo'. Después, no sólo las dos tribus, sino también el resto que habitaba al otro lado del Jordán y en Samaria, fueron igualmente llevados al cautiverio. Y esto afirman [los judeocristianos] que dice la Escritura: 'en la misma región cuya población había sido llevada al cautiverio y había comenzado a servir a los babilonios, y que fue la primera atormentada por las tinieblas del error, esa misma tierra sería la primera en ver la luz de la predicación del Mesías.» (PL 24:127).

Es posible que Mt tuviera una opinión similar. Zabulón y Neftalí fueron dos de las primeras tribus en ir al exilio (2Re 15.29), y sería apropiado que el reino fuera restaurado primero donde se disolvió inicialmente. Los rabinos también esperaban que el Mesías hiciera su primera aparición en Galilea; expectativa que debe estar fundamentada en esta profecía; pues así dicen expresamente: "el rey Mesías se revelará בארעא דגליל, en la tierra de Galilea". Y en otro lugar explicando Is 2.19 interpretan: "por temor al Señor"; esto es la indignación de todo el mundo; y por la "gloria de su majestad"; esto es el Mesías; cuando se levante para sacudir terriblemente la tierra, cuando se levante y se manifieste בארעא דגליל, "en la tierra de Galilea": porque este es el primer lugar que fue destruido en tierra santa; por lo tanto se revelará allí el primero de todos los lugares" (Zohar 11, 7b). Aquí Yeshúa, el único y verdadero Mesías, hizo su primera aparición pública; allí llamó a sus discípulos, allí comenzó su ministerio, allí se manifestó la luz en medio de la oscuridad.


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